Otro maldito veremos

Una piedra hunde este barco de nuevo, tapa el agujero que hizo y habiendo todo inundado ahora me hace lastre la piedra.

.ZIP

6/21/2025

Sacando el odio que me ha visto, el sueño que me abruma, el agujero en la garganta. No lo veo pero lo imagino, imagino que ahí estás, sin mí para siempre. Imagino también las cosas que no te dije, se burlan de mí los balcones que ya no transito. Veo hacia atrás y ahí están todos los puntos de quiebre, ninguno he superado, quizá medio olvidado, quizá con un filo menos agudo, pero no se van. Si pudiera volver a empezar, si pudiera regresar atrás, no te conocería.

Si tan solo hiciera lo que quisiera, no habría otro maldito veremos, no habría nada, no habrías muerto porque nunca habrías nacido. No me hubiera sentado en esos escalones de madera, no te hubiera acompañado, no te hubiera buscado, te hubiera odiado. Tanto tiempo perdido entre dolores y veremos, a mí todos me han apartado. Me busca ya nadie sino los mismos, que aprecio y no se van, pero aquellos que he querido buscar ya no me recuerdan.

En un tanto vuelvo a las mismas píldoras blancas blandas. En un rato vuelvo al mismo desespero y a la mesa mal servida, a la música inquietante que me regula dopamina. En tan poquito, sigo aquí, y me quiero ir, para siempre ¿Por qué eres tan eterno? Difumina, pierde, vete. Fuego de cenizas, ciudad derruida.

Quizá es mi culpa, no vi ninguna señal, o si las vi las ignoré. Maldita prueba, karma que pago. Has sido lo peor que me ha ocurrido, de verdad que ojalá no hubieras venido. Escribo lento, mis ojos se cierran, mis nubes se oscurecen, de nuevo este barco se hunde, no llegará a ningún puerto, no escribiré otro verso bonito, ni pisaré otro tren imaginario no merecido. A ti y a tu tigre naranja, yo pudiera habría tocado ya una trompeta, sin dudarlo, y habría empuñado la tinta sombría de una lista, y habría decidido olvidarte, pero aquí estamos. Ojalá nunca vuelvas a aparecer.

Escrito letras tristes, no porque mi corazón decida, sino como advertencia a mi yo futuro: Si le ves, huyes, quien no corra que perezca. Todo de verdad harás. Abdúm Develáz.