Este mundo tan pequeño

Un laberinto de espejos y preguntas me ha engañado para correr en círculos en una zanja de no más de un metro.

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6/23/2025

Esta vida fugaz esconde una tergiversada red de mentiras. He desperdiciado ya los pocos segundos que se me han prestado en una sutileza que no me respeta. Esta realidad triste a la que nos han obligado parece poco relativa, para nada larga o eterna. Una situación que sólo ha aparecido hoy me tiene atado en una sinrazón que no quiero demostrar.

Soy el niño que creía en sueños, los buscaba y no hallaba. Esperanzado estaba en un futuro que parecía lejano y hoy me ha golpeado. Pero no soy más ese niño que permite las explicaciones superfluas. Hoy heme aquí pidiendo una respuesta, una razón de vida. Nadie nunca la ha encontrado, ni con todo el tiempo del mundo, este, que lleva no un poco. Yo tampoco la encontraré, ni mis hijos, y todos moriremos algún día.

A mí nadie me va a recordar, ni aunque esté grabado en mármol o retratado en bronce, a esos tampoco se les recuerda. La idea de una figura, de una huella, es una mentira tejida por un mundo de consumo y maldad que sólo podría provenir de la especie más nociva y rapaz. Así me han robado, mis ancestros y mis hermanos, este suspiro de aliento que por un rato me ha tocado.

Aún cuando se me hace pequeño este mundo, y ni si quiera lo he pisado, y aún cuando se me hace corto, ahí estoy para perder lo poco. Sigo observando a los demás buscando mi reflejo, una aprobación, una caricia. Pienso que algo me deben y la realidad es que estamos todos igual de perdidos. Aún con este mundo tan pequeño, me he tomado el tiempo de escribirte unas palabras, de perder mi tiempo.

Me seguirán persiguiendo los decidíos de un ser cobarde que se me esconde cuando le pido una respuesta. Me seguirán persiguiendo las cosas que no hice, pero son tan diminutas como yo así que nadie les prestará atención. Nadie tendrá una lista, nadie me va a juzgar, nadie me recordará. Habitarán mis espacios y escucharán mis músicas y no las reconocerán, ni las apreciarán. Es una condena a la que he firmado sin saber al nacer, es el pago por vivir en este mundo tan pequeño.

Por eso yo creo que seguirte extrañando es no sólo un acto ilógico, sino un saboteo. Perderé mi tiempo en otras cosas que justifican las notas, en otros libros en otras sonrisas. Compararme con otros, el miedo de morir, el miedo del mal, esas cosas ya se me han remitido y curado por el fármaco de cuatros. He decidido hoy curar mi presencia, ver un poco más por la ventana, sonreír cuando no se me ha pedido.

Este mundo abarrotado de grises y lamentos, mi respuesta es tan tonta como la tuya, ser feliz es tan pesimista como el pesimismo mismo. Vivir en un absurdo es de todo menos absurdo, más bien necesario, más bien obligado. Este mundo tan pequeño, planeo ya no compartirlo, no contigo.